Diástasis de músculos rectos
La diástasis abdominal o diástasis de músculos rectos es una alteración de la pared abdominal que se produce cuando los músculos rectos del abdomen se separan excesivamente a nivel de la línea alba, la línea media del cuerpo, lo que deja la zona central de la pared abdominal más debilitada, dando una sensación de flacidez.
Las fibras del músculo recto abdominal están unidas entre sí y a la línea media del cuerpo, mediante una estructura fibrosa de colágeno. El daño en este tejido conectivo que mantiene firme al músculo, provoca una excesiva separación de los músculos abdominales, causando la diástasis de rectos.
Causas
La diástasis de los músculos rectos es debido al aumento de la tensión en la pared abdominal, como sucede con el embarazo, la obesidad, la ascitis o una intensa actividad física. Personas con tos crónica (broncopatías) y/o personas que utilizan corticoides de manera habitual son más propensas a tener diástasis de rectos.
Síntomas
Generalmente no suele presentar sintomatología, no obstante, si lo hiciera, destacamos:
- Flacidez y abombamiento del abdomen
- Bultos en la zona central del abdomen al realizar esfuerzos
- Dolor lumbar o pélvico
- Malas posturas
- Problemas digestivos: malas digestiones, gases, estreñimiento
- Dolor abdominal.
Tratamiento
Inicialmente el tratamiento recomendado para toda persona que presente una diástasis de rectos sin hernias de la línea media asociadas, es realizar ejercicios hipopresivos, si estos no disminuyen o persisten, se recomienda someterse a una cirugía para volver a juntar el abdomen.
¿En qué consiste la cirugía de diástasis de rectos?
Para reparar una diástasis de músculos rectos de manera definitiva e inmediata se ofrecen técnicas mínimamente invasivas, para evitar el mayor número de cicatrices y de menor tamaño, reduciendo el riesgo de complicaciones, y a la vez, presentando un efecto estético mucho más favorecedor.
La cirugía laparoscópica y robótica son las técnicas más modernas y avanzadas para el abordaje de esta patología, presentando un éxito rotundo.
Dependiendo del Indice de Masa Corporal de cada paciente existen diferentes técnicas quirúrgicas que se llevan a cabo con 3 pequeñas incisiones en el área por encima del pubis ( cicatriz de la cesárea ) o en el lateral del abdomen. Con dichas incisiones podemos llevar a cabo la reparación completa de la línea media, aproximando la separación de los músculos, reparando las posibles hernias y asociando en la mayoría de casos una malla que ayudará al paciente a fortalecer dicha área.
Diástasis de rectos y minidermolipectomia y/o liposucción
En un gran número de casos la diástasis de rectos suele ir acompañada de un sobrante de grasa, por lo que es posible que, durante la misma intervención, si el especialista y el paciente lo consensuan, practicar una minidermolipectomía o miniabdominoplastia del faldón de grasa abdominal o una liposucción de diferentes áreas con tecnología de vanguardia que evita en muchos casos la necesidad de realizar una abdominoplastia clásica. Con la combinación de ambas técnicas en la misma intervención, el paciente recupera el vientre plano y la forma del cuerpo original previa a la lesión.
Sin embargo, además de los motivos estéticos, esta cirugía se aconseja para eliminar problemas funcionales secundarios como el abombamiento del abdomen que a la larga puede provocar otros síntomas como digestiones pesadas y por otro lado, también sirve para reducir las molestias lumbares provocadas por una mala postura corporal, para evitar la aparición de futuras hernias umbilicales y epigástricas y sus posibles recidivas, así como para disminuir la probabilidad de aparición de problemas de suelo pélvico e incontinencia.
Recuperación postquirúrgica
Generalmente el paciente permanecerá ingresado las primeras 48 horas posteriores a la cirugía. Posteriormente, los primeros 5-6 días se puede seguir con tratamiento analgésico en casa. Pasado ese tiempo el paciente puede hacer vida prácticamente normal evitando esfuerzos y algunos movimientos.
Se recomienda el uso estricto de una faja abdominal durante el primer mes, que su cirujano valorará la retirada de forma progresiva.
¿Qué pasa si no se trata?
Además de una imagen, generalmente, poco estética, esta lesión del músculo puede provocar la aparición de otras patologías asociadas, como: hernias umbilicales u otras hernias de la línea media, dolores de espalda o problemas en el suelo pélvico.